La creciente mega conectividad de los consumidores a través de diversas plataformas digitales, ha hecho que los mecanismos tradicionales para proteger los datos personales y empresariales con sean insuficientes desde las telecomunicaciones hasta el comercio.
La convergencia de mecanismos de seguridad física y lógica para el manejo de los datos, la protección de la información confidencial mediante el uso de controles de acceso y encriptación, así como el uso de la biometría como método de autenticación se han considerado estrategias importantes para aumentar la seguridad de los usuarios.
Según datos obtenidos de una encuesta realizada por la firma Unisys Security Insights, más de un tercio (38%) de los estadounidenses en el 2015 cree que el uso de la biometría aumentará la seguridad de sus teléfonos inteligentes.
Entre los métodos de autenticación disponibles se encuentran diversas técnicas biométricas tales como el reconocimiento de rostros, cotejo de ADN, huellas dactilares, reconocimiento de voz y la estructura de la vena en las manos y aún más reciente la identificación del iris.
Es importante considerar que una estrategia integral de seguridad contribuiría en forma eficiente a la protección de los datos y sus redes de las amenazas internas y externas, aumentando así la confianza del público.